ENTREVISTA AL MAESTRO Y CLARINETISTA LUIS ROSSI (ARGENTINA)

“EN LIMA APRENDÍ A SER CLARINETE PRINCIPAL”.

Luis Rossi, clarinetista argentino que radica en Chile, fue el maestro invitado del II Curso Internacional de Clarinete realizado del 4 al 8 de junio en la Universidad Nacional de Música, evento bajo la coordinación del maestro José Luis Eca.

Rossi tuvo a su cargo una serie de clases maestras para nuestros alumnos de Clarinete y ofreció un recital el 7 de junio en la Sala de Usos Múltiples de la UNM. Al final de su estancia en Lima conversamos con él.

Maestro Rossi, usted fue primer clarinete de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) del Perú. ¿Qué recuerda de esa labor?

Mi primer trabajo profesional fue ser primer clarinete de la OSN, sin duda algo importante y decisivo para mi carrera, pues aquí aprendí a ser clarinete principal. Es un recuerdo que siempre atesoro. Fueron 3 años lindos, al inicio dirigidos por el maestro Belaunde Moreyra. Ocurrió durante el gobierno de Velasco. Recuerdo que trajeron un director ruso de gran fama. Luego tomaron la posta Leopoldo La Rosa y Carmen Moral, como directores de la OSN. Después regresé a Buenos Aires para integrar la Sinfónica Nacional de Argentina.

También ha hecho una importante carrera en Chile. Cuéntenos un poco.

Luego de la Sinfónica me fui a una orquesta en San Juan, al oeste de Argentina, muy cerca de Chile. Ahí fui catedrático principal de clarinete e integrante de la Sinfónica, donde tuve compañeros chilenos y por intermedio de ellos recibí un contrato para integrar la Orquesta Sinfónica de Chile, elenco donde fui clarinete principal. Encontré mi estabilidad en Chile, donde llevo viviendo casi 40 años, formando parte de la Orquesta Filarmónica de Santiago y la Orquesta de Cámara. He ido también de manera periódica a Venezuela, donde me he dedicado a la docencia durante 38 años por temporadas de 3 meses.

Usted tiene la marca de clarinetes Rossi. ¿Cómo nació esta experiencia?

Me estabilicé en Chile por su esquema económico neoliberal, que permite la exportación e importación de material de manera fluida. Era lo que yo necesitaba para desarrollar mi proyecto de la fabricación de clarinetes. Importar madera, insumos, materiales, y tener libertad para poder exportar mis clarinetes. Sobre mis clarinetes puedo decir que tienen acogida en Rusia (San Petersburgo, exactamente) y en Estados Unidos, donde lo toca el jazzista Paquito de Rivera y los profesores de la Universidad de Indiana. Sé también que lo tocan algunos clarinetistas destacados de Londres. Los clarinetes Rossi también se han ido abriendo camino en Japón.

¿Cuál es su balance sobre el II Curso Internacional de Clarinete de la UNM?

He notado un progreso muy serio en los alumnos, la UNM está llena de gente talentosa, muchachos que realmente estudian fuerte porque quieren progresar y están muy ávidos de comentarios y opiniones que les haga más fácil el progreso. Respecto a lo visto en la primera edición del curso (del año 2016) veo que ahora están más adelantados, que han seguido trabajando. Los alumnos me han sorprendido gratamente con el sonido tan hermoso, con su virtuosidad.

¿Qué significa para usted ser clarinetista?

Es mi vida, es un camino que abracé a los 9 años, edad en la que empezó mi amor por la música. Si volviera a nacer elegiría ser músico. Mi padre era muy sensible al arte y me lo sugirió cuando veía que yo tocaba en la banda del colegio de mi escuela primaria. Me preguntó si yo quería ser un músico de carrera y yo acepté, pese a que era un niño y no sabía bien qué venía más adelante. Pensé que iba a tocar jazz, pero la vida me llevó a estudiar a Buenos Aires y ahí decidí por la música clásica.

Algún consejo que quisiera dar a los músicos jóvenes…

Les diría que no tienen que dejarse influenciar por la inmediatez de la internet, que hoy en día da la impresión de que aprietas un botón y tienes todo lo que quieres. En el estudio de la música se necesita ser constante y saber que las metas son a largo plazo. No se puede aprender en una semana un concierto difícil, se tiene que vivir en el día a día. Nuestro oficio tiene que ver con el trabajo de un deportista, que ensaya y ensaya, que practica para después correr la carrera final. Es muy paciente nuestro trabajo.

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